Despertar en medio de la sabana, en parques naturales como el Serengeti, el Tarangire o Ruaha, con el murmullo de la naturaleza como único sonido, es una experiencia difícil de olvidar. Gong Rock Safaris convierte ese sueño en realidad a través de safaris sostenibles y genuinos que permiten conocer Tanzania de una manera íntima y cercana. Sus campamentos móviles, ligeros y de alta calidad, se instalan en zonas del parque exclusivas a las que nadie más puede acceder. Allí, en medio de la sabana, los viajeros viven un contacto directo con la naturaleza, lejos de la masificación y sin alterar el delicado equilibrio de los ecosistemas.
La autenticidad define cada una de sus expediciones. Frente a los grandes lodges u hoteles con estructuras permanentes, cuya construcción afecta al hábitat natural y altera los patrones de vida de los animales, Gong Rock Safaris apuesta por un alojamiento temporal que desaparece tres o cuatro días después de instalarse, sin dejar huella. El equipo recoge cada elemento y asegura que el paisaje queda tal y como lo encontraron. El campamento está equipado con materiales ligeros y funciona con energía solar, reduciendo al mínimo la huella ambiental. “No podemos decir que el impacto sea cero, porque el simple hecho de estar allí implica interferir, pero es casi nulo”, explica Germán Martínez, uno de los fundadores de Gong Rock Safaris.
Además de otros parques nacionales, el Serengeti es uno de los atractivos de visita obligada. Con sus 18.000 kilómetros cuadrados, casi la mitad de la superficie de Catalunya, es hogar de más un millón de ñus y cebras, cerca de 3.000 leones y una abundante diversidad de mamíferos, elefantes, jirafas, antílopes, gacelas, y todo tipo de aves. El Serengeti es también el escenario de la Gran Migración, que cada año recorre cientos de kilómetros en busca de los pastos frescos del vecino Masai Mara, en Kenia.
Para evitar las aglomeraciones típicas en puntos icónicos, como el cruce del río Mara, Gong Rock Safaris diseña rutas alternativas a las habituales: si la mayoría de vehículos van al este, ellos se dirigen al oeste. De esta manera, cada encuentro con la fauna y los paisajes cautivadores se convierte en un momento tranquilo y personal.
Más allá de los avistamientos, cada jornada en el safari está llena de detalles que conectan al viajero con el continente africano. Tras horas recorriendo la sabana y los diferentes ecosistemas de los parques, siempre guiados por expertos locales, el día culmina con un refrescante aperitivo frente a la hoguera, zumos tropicales recién preparados y snacks típicos como los anacardos tanzanos o las patatas de yuca (cassava). Y cuando cae la noche, después de una reponedora ducha con vistas a la planicie, los sonidos de la sabana —el rugido lejano o cercano de un león marcando su territorio, la peculiar risa de una hiena pasando a pocos metros del campamento, o el murmullo del viento sobre la hierba— se convierten en un espectáculo único que permanecerá para siempre en la memoria. “Para nosotros, escuchar la sabana de noche es una parte fundamental del viaje”, dice Elisabet Montserrat, una de las fundadoras.
Las rutas también permiten conectar con la cultura de África del Este. Cada noche, alrededor del fuego, se convierte en un momento de intercambio genuino entre los viajeros y el equipo local, que aporta un valor humano y cultural al viaje. La experiencia culinaria en el Serengeti, de la mano de la chef Grace, combina cocina internacional con degustaciones de platos típicos africanos como el ugali, pilau o chipsi mayai, todo ello acompañado de buenos vinos sudafricanos y zumos tropicales recién preparados.
Cuándo hacer un safari
¿Y cuál es la mejor época para embarcarse en un safari? Depende del tipo de experiencia que busques. La estación seca, de junio a octubre, facilita ver animales reunidos en torno a los puntos de agua. Enero y febrero, meses de menor turismo, permiten presenciar un espectáculo único: el nacimiento de cientos de miles de crías de cebras y ñus en el sur del Serengeti, rodeadas de depredadores como leones, hienas, guepardos y leopardos. La estación larga de lluvias, de marzo a mayo, regala cielos dramáticos, tormentas tropicales y paisajes verdes: una experiencia más aventurera para quienes quieren descubrir otra cara de África.
Hacer una Maratón en el Kilimanjaro
Gong Rock Safaris también conecta sus viajes con eventos únicos, como la Maratón y Media Maratón alrededor del mítico Kilimanjaro, que cada febrero reúne a corredores de todo el mundo, entre ellos los célebres atletas de la vecina Kenia, bajo la silueta de la montaña más alta de África. Muchos viajeros combinan la carrera con unos días de safari, un plan que mezcla deporte, cultura y naturaleza en un solo viaje.
En definitiva, viajar con Gong Rock Safaris es sumergirse en la esencia de África: naturaleza salvaje, respeto por el entorno, comodidad equilibrada y responsable, y vivencias genuinas guiadas por expertos locales que dejan huella para toda la vida.